A través de la memoria construimos nuestra vida, nuestro recorrido biográfico, los recuerdos conforman lo que somos, dan sentido y unidad a la concepción de nuestro yo, en definitiva tal y como propone Ruiz-Vargas (2002) «Somos nuestra memoria». Sin ella no tendríamos conocimiento de nuestras experiencias, de nuestras vivencias y en consecuencia, estaríamos anclados en el presente y tal y como expresa C.W. «…sería como estar muertos» (C.W. es un paciente con amnesia retrógrada y anterógrada. Únicamente puede recuperar acciones motoras grabadas inconscientemente en su memoria implícita y por ello vive en un constante presente. Su cárcel es vivir en el presente y su desconcierto y mayor drama es desconocer su identidad).
